Category Ciencia

El Laboratorio de Ariel

Un cilindro de cuarzo de 4 metros de altura, arañas metálicas percusionistas y un hermoso laúd hecho especialmente para ser interpretado por plantas, son algunas de las maravillas que pude ver en el laboratorio de Ariel Guzik.

El deleite comenzó cuando visité su consultorio de herbolaria. Me pareció haber viajado en el tiempo. Botes repletos de plantas me dieron la bienvenida, y decenas de tinturas madre me saludaron desde las paredes. Un aire mágico se respira en ese lugar donde confluye lo antiguo y lo tecnológico.

Guzik es fundador del Laboratorio de Investigación en Resonancia y Expresión de la Naturaleza. Es creador de varios instrumentos, entre ellos, el Laúd Plasmath. Un instrumento de cuerda con sensores electromagnéticos con el que varias plantas han dado conciertos. A Ariel, le gusta inventar máquinas e instrumentos para escuchar a la Naturaleza. A mí, me gusta escucharla entrando en estados de meditación.

Hay diferentes técnicas y maneras de generar y percibir una conexión profunda con la Naturaleza. Lo importante, si así es nuestro deseo, es encontrar la nuestra.

Aquí un video del “Concierto para Plantas”, un concierto interpretado por plantas, para plantas: https://youtu.be/Dq9z1aSSzRM

Una aportación artística para acercarnos a la escucha de la Naturaleza.

Si quieres ahondar más en cómo podemos comunicarnos con el Reino Vegetal y el Universo, puedes asistir al taller que impartiré en una semana.

Más info:

@Espiralika

www.espiralika.com

#espiralika #hablarconplantas #comunicacionconplantas #concienciavegetal #espiritudeplantas #sanarconplantas

¿Nos esperamos? Yo digo que empecemos de una vez.

Varios libros y papers científicos se han escrito sobre las capacidades de las plantas (pueden checar a Stefano Mancuso, un neurobiólogo vegetal de la Universidad de Florencia).

Experimentos se han hecho (como Elowan, del MIT, un robot con ruedas que se mueve según las señales eléctricas que emite una planta para que la lleve a una fuente de luz) demostrando que las plantas perciben y emiten mucho más de lo que habitualmente creemos.

Y aunque quizá es para entusiasmarse por estos hitos científicos, podemos inclusive ir un poco más allá: De mente mecánica a consciencia integrada, y desde ahí, entender la naturaleza (el universo).

Podemos esperarnos a que algúnx científicx nos diga que se puede, o podemos empezar a hacerlo de una vez 😉

www (Wood Wide Web)

Esta “internet del bosque” o “red de madera” es un tejido que existe bajo la tierra y está formado por raíces y microorganismos.

Los árboles están conectados entre ellos mediante complejas relaciones que se crean entre sus raíces y ciertos hongos con los que viven en relación simbiótica (son buenos amigos). De esta manera comparten sabiduría, nutrientes, así se cuidan, se ayudan y comunican entre ellos, desde el árbol más pequeño, hasta el más grande.

Suzanne Simard

Catedrática de Ecología Forestal en la Universidad de Columbia Británica) publicó un artículo hace 25 años titulado “Transferencia neta de carbono entre especies de árboles ectomicorrízicos en el campo”. En referencia a ese artículo, publicado en la revista Nature, se acuñó el término “wood wide web”.

No hay momento demasiado pequeño en el mundo. Nada debe perderse. Todo tiene un propósito, y todo necesita cuidado.Suzanne Simard

Publicación Original

Puedes ver su publicación original aquí:  https://www.nature.com/articles/41557#Abs

El entramado bajo nuestros pies

Muy similar a nuestras neuronas

Una vez más, vemos las similitudes entre las diferente manifestaciones del Universo. Desde nuestras pequeñas neuronas, hasta las grandes galaxias, pasando por los fascinantes bosques. Compartimos patrones.

Ilustración 3D de neuronas interconectadas con pulsos eléctricos.

Una vez más, vemos la interconexión entre lo que aparentemente está desconectado. Hemos estado demasiado acostumbrados a pensarnos y sentirnos en separación con todo lo que nos rodea, pero cuando pensamos y sentimos con mayor profundidad y consciencia, vemos que no es así.

Lo que hacemos aquí, cada respiración, idea, acto, influye a los demás, impacta el cosmos.

ORYNGHAM

Oryngham significa, en el lenguaje de las plantas, ‘gracias por escuchar´. No es una palabra tal y como la entendemos los seres humanos porque su significado no puede decirse… ni tampoco escucharse. Podemos, eso sí, experimentarla sintiendo con nuestro cuerpo y escuchando aquello que nuestros oídos no pueden percibir.
Cuando aprendemos a escuchar a las plantas sin necesidad de oírlas hablar, surge un lenguaje que habíamos olvidado; es un lenguaje que va más allá de las palabras y conecta directamente un espíritu con otro”.

Extracto del libro “Así HABLÓ la PLANTA”, de la Dra. Monica Gagliano, investigadora en el Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Western Australia.

En este libro aborda temas como la consciencia de las plantas y la comunicación con ellas y entre ellas.
Si en la charla cotidiana todavía hay algo de resistencia respecto a la idea de que podemos comunicarnos con el reino vegetal, en el ámbito científico lo es más (aunque, a mi parecer, cada vez menos).

Monica nos demuestra que cuando llega el mensaje con claridad y tienes el valor para seguirlo, aunque eso signifique retar lo establecido e incluso tus propias creencias, los resultados son maravillosos.
Porque vives desde tu esencia, soltando más condicionamientos cada vez y aceptando que cada quien, desde su unicidad, tiene algo muy importante para compartir.

Aprendiendo mecánica cuántica de las plantas

Las plantas, expertas en realizar fotosíntesis (en absorber fotones y transformarlos en energía, con básicamente un 100% de eficiencia), también saben de mecánica cuántica. Para lograr esa eficiencia, manejan el principio cuántico de Superposición (cuando una partícula puede estar en más de un lugar al mismo tiempo).

El fotón que llega a la planta, que más adelante en el proceso da lugar al excitón, tiene que elegir el mejor camino para llegar al centro de reacción (que es donde se transforma en energía) y elige “todos los caminos”, por eso es tan eficiente en la transformación de energía.

Este proceso sucede con coherencia cuántica, esto es, que mantiene ese estado el tiempo suficiente para ser detectado (usualmente la coherencia cuántica se logra en ambientes súper aislados, con temperaturas cercanas al cero absoluto).

Parece algo sencillo, pero a muchos científicos les parece increíble que un proceso así se pueda llevar a cabo en condiciones y temperaturas normales.
Desde hace casi 100 años Bohr ya planteaba la relación de la teoría cuántica con la biología, Schrödinger también lo menciona en su libro de 1944 “¿Qué es la vida?”.

Hoy existen pruebas sólidas de la coherencia cuántica en la fotosíntesis y del tunelaje cuántico en las enzimas.
Considero interesante cómo barreras que alguna vez parecían inamovibles se van desvaneciendo, y cómo cada vez nos acercamos más a un entendimiento cuántico de nuestra realidad cotidiana.

Para más info acerca de la historia de la Biología Cuántica te recomiendo este artículo de la Royal Society Publishing titulado “The origins of quantum biology”. doi.org/10.1098/rspa.2018.0674

Si quieres conocer a fondo la investigación en la que se expone evidencia directa de la coherencia cuántica en la transferencia de energía del proceso fotosintético, busca el artículo titulado “Evidence for wavelike energy transfer through quantum cohernce in photosynthetic systems”. doi:10.1038/nature05678

Si quieres profundizar en el tema de cómo es que las plantas usan la Mecánica Cuántica pero no te late tanto meterte a leer papers, te recomiendo este video: https://youtu.be/Zc9Xk99gCr4 (Quantum Biology [Part 1] – How Plants Use Quantum Mechanics).