Nos permite ingresar en un sitio de realidades más sutiles. Realidades que siempre están, pero no solemos advertir porque estamos muy condicionadxs a una percepción más materialista. Cuando desarrollamos una mayor (re) conexión con la Naturaleza, comenzamos a (re) descubrir nuestra sabiduría interna, a ganar soberanía sobre nuestro cuerpo, nuestras emociones, pensamientos, energía, y a manejar información más profunda y completa.

Yo inicié charlando con las plantas, y pronto comencé a experimentar distintos aspectos multidimensionales de la realidad, encontrando y comprendiendo mi propia medicina, y nutriendo una nueva relación conmigo y con mi entorno. Ese “entorno” no se limita a este bello planeta, mucha de la información con la que tengo interacción, es cósmica. Llegué a ella de manera inocente e intuitiva. Me senté a meditar con la intención profunda de transmutar e integrar aquello que de alguna manera bloqueaba o limitaba mi experiencia aquí. Así comencé a viajar por líneas temporales y a armonizar mis paradigmas limitantes. Así he conocido varias de mis vidas dentro y fuera de este planeta, no como turista, sino con un enfoque de sanación profunda.

Me di cuenta de que esos aspectos de mi vida están muy relacionados con mi manera de comprender la realidad hoy, con mi sistema de creencias, con esa parte subconsciente que solemos ignorar, pero que determina en gran medida lo que manifestamos. Para mí, ha sido muy importante armonizar esas vidas o recuerdos cósmicos, porque me ha permitido llegar a niveles de comprensión más profundos acerca de mí misma, a liberar cargas y programaciones obsoletas, y a confiar más en mi poder de creación. Sigo en ese camino, descubriendo y aprendiendo cosas fascinantes cada día, transformándome con cada reto.

El mundo vegetal nos ha acompañado a lo largo de nuestra evolución, nos ha contenido, sostenido, y guiado. Las plantas son guardianas de la sabiduría de la Tierra, y están esperando amorosamente a que les pidamos que nos la compartan, y a que permitamos que nuestra verdadera naturaleza brille. Acercarnos sensiblemente a interactuar con las plantas nos puede llevar a (re) conectar con estados profundos de nuestro ser, a conocernos más allá de la personalidad que hemos creado a lo largo de esta vida, y a desvanecer barreras y condicionamientos que alguna vez consideramos imposibles de trascender.

“Establecer contacto con la belleza de la naturaleza hace la vida mucho más hermosa, mucho más real, y, cuanto más atento y concentrado contemples la puesta de sol, más profundamente se te revelará.” Thich Nhat Hanh.

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